Nos sumamos a la celebración del Día del Orgullo LGTBIQ reivindicando nuestro compromiso con la igualdad y la no discriminación por razón de orientación sexual, identidad sexual, o identidad y/o expresión de género.
Desde Podemos Asturies queremos dar nuestro apoyo a todas las manifestaciones virtuales que marchan esta semana en la defensa de esos derechos, así como las actividades presenciales previstas para el 27 de junio en Xixón, en particular la concentración del Orgullo 2020.
Y, sobre todo, queremos agradecer a quienes han luchado para darnos el derecho de sentirnos orgullosas de nuestro modo de amar y ser en Asturies y en nuestro país.
Además, este año también queremos sumarnos al decimoquinto aniversario de la aprobación del matrimonio igualitario, un derecho que no hubiese sido posible sin la lucha de la comunidad LGTBI y sus aliadas y aliados. Son esas personas las que han logrado, con su esfuerzo incansable y a pesar de obstáculos inacabables, darnos el país que hoy tenemos.
Nos sentimos orgullosas de nuestra diversidad y por ello queremos seguir avanzando en derechos para todas.
Sabemos que estamos en deuda, y esta deuda es particularmente dolorosa y urgente con las personas trans y sus derechos. Por ello y con una clara conciencia democrática y feminista, queremos comprometernos como hemos hecho siempre desde que nacimos, con los derechos de las personas LGTBI, reafirmando en este sentido el compromiso con la elaboración de una ley estatal de igualdad y contra la discriminación de las personas LGTBI y la correspondiente asturiana, así como de una Ley estatal Integral Trans y la ley trans asturiana, por la que llevamos años esperando en Asturies, que reconozcan de una vez por todas el derecho a la autodeterminación en las decisiones a tomar con su identidad y alcance definitivamente la total despatologización de las personas trans, también para las personas menores de edad y las personas migrantes.
Aunque se han dado importantes pasos en los últimos años, aún existen demasiadas situaciones en las que las personas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales se tienen que enfrentar a experiencias discriminatorias que no pueden tener cabida en una sociedad democrática como la nuestra. Además, el suicidio de la activista LGTBI Sarah Hegazy, la muerte de la doctora y activista trans mexicana María Elisabeth Montaño, la agresión a una mujer trans por parte de la policía en Benidorm o las difíciles situaciones que ha enfrentado la comunidad durante la pandemia, nos han recordado que la orientación sexual, identidad sexual, identidad y/o expresión de género siguen costando la vida de personas en muchos países en pleno siglo XXI. Las vidas LGTBI importan. Y somos conscientes de que la defensa de las mismas es más poderosa cuando se hace en alianza con otras luchas.
Saludamos desde aquí las marchas por el Orgullo en otros países y especialmente también a aquellas que gritan que las vidas negras también importan. Nuestro orgullo es también internacional y es antirracista.
Sabemos también que necesitamos del feminismo para transformarlo todo. Las mujeres de la comunidad, lesbianas, bisexuales, transexuales y intersexuales, nos sentimos más orgullosas que nunca de reivindicar nuestra identidad y nuestra orientación también desde el feminismo. Como mujeres no podemos quitarnos las gafas moradas, y por eso les pedimos al resto que se pongan las gafas arcoíris. Ninguna persona debería decirle a otra cómo sentirse, cómo amar o cómo ser. Creemos en las poderosas alianzas del feminismo. Por ello necesitamos también que nuestro orgullo sea feminista.
Este año, de nuevo, marcharemos para celebrar y reivindicar quienes somos y lo que nos queda por construir. Nuestras vidas, las vidas de las personas LGTBI, importan. La lucha por nuestros derechos es la lucha por la libertad. ¡Seguimos orgullosas!